martes, 22 de marzo de 2011

EL HÁSMTER

          Lo que voy a contar sucedió en EE.UU. de América no hace mucho. Como dicen los letrados en los juicios  -situémonos ya en tales derredores-, los hechos son los siguientes:
1. Una mañana, el hámster de Aaron Smith, un adolescente neoyorquino, de Brooklyn,  aparece muerto frente a su casa, situada en el barrio de Bushwick.
2.  Aaron Smith da por supuesto que ha sido obra de  Monique Smith, también adolescente y hermana suya, como venganza por la muerte del ratón de la muchacha, al parecer a manos del muchacho.
3. El muchacho, en una extraña e inesperada reacción (pues muchacho y muchacha, desde siempre, solían dirimir sus diferencias a tortazo limpio), lleva el caso ante la Asociación Estadounidense para la Prevención de la Crueldad con los Animales (ASPCA, según sus siglas en inglés).
4. Por razón de que la autopsia muestra que el animalillo muere por traumatismos, lesiones en el hígado y hemorragia cerebral,  ASPCA decide denunciar el crimen en el juzgado.
5. En consecuencia, se abre una investigación. Las indagaciones duran nueve meses y culminan con el arresto de la adolescente Monique Smith. Dadas las circunstancias, a la muchacha se le concede la libertad provisional.
6. En el momento actual, se está nombrando el jurado que ha de enjuiciar a la presunta criminal Monique Smith. Según la ley del país, pueden caerle hasta dos años de cárcel y 5.000 dólares de sanción.
7. Mister Smith, progenitor del muchacho y la muchacha, declara que “fue un accidente” que se ha sacado de madre (omite añadir, no se sabe si intencionadamente, que también se ha sacado “de padre”). 


          Expuestos así los hechos (auténticos y verdaderos, estos sí, Sr. Rato, pues los extraje del diario “El Mundo” del  pasado día 11),  yo pregunto:
Primero: ¿Qué o quién indujo a los muchachos a pasar del método pugilístico cotidiano al formal y litigante? ¿Les hizo ver algo o alguien que es más civilizado y políticamente correcto argumentar en el foro que pagar/cobrar la culpa directamente a hostias?
Segundo: ¿En qué nubes andan los padres de los muchachos (si es que no están asentados en la conocida Babia), que no se percataron de que había un terremoto en casa, de que se cometían allí asesinatos, de que se hacían autopsias, de que la policía metía las narices hasta en las cacerolas, etc., etc.? ¿O es que son así de respetuosos con las decisiones de sus malvados retoños? ¿Respetuosos, incluso si sus determinaciones pueden concluir en dos años de severo y atroz presidio, con la obligación de aflojar cinco de los grandes?
Tercero: ¿De qué va esa asociación ASPCA, escuchando a un mocoso,  haciéndole caso y arropándolo, en vez de mandarlo de vuelta a casa con un sabio consejo como, por ejemplo, “Anda, chiquito, vete, seguro que tu padre te compra otra mascota un día de estos”? Item más, ¿qué busca ASPCA, sino inmotivada y gratuita notoriedad al personarse en el juzgado y elevar una simple gamberrada a la categoría de supuesto dolo? ¿Alguien no ve que parece que se la coge con papel de fumar?
Cuarto: ¿Tan sobrada está la policía americana, que gasta nueve meses de su tiempo y de su energía y del erario público asignado en buscar pesquisas sobre lo que no tiene vuelta de hoja, en aplicar sus modernos y caros instrumentos, sus probados métodos científicos de análisis… al diagnóstico y calificación oficial de una soberbia gilipollez?
Quinto: ¿Qué será de la pobrecita Monique Smith, qué hará con su vida después de pasarse dos años a la sombra  -si al juzgado lo enternecen más los despojos del hámster que una moza en la flor de su existencia-, únicamente por agarrar del rabo y revolotear al roedor de Aaron Smith a la vista del cadáver del suyo? ¿No sentirá nadie el más mínimo escozor en su corazón, al comprobar que Michale Vick, estrella del fútbol americano, fue a chirona sólo 23 meses, uno menos que posiblemente la niña, por dirigir una extensa red ilegal de peleas de perros? 
Sexto: ¿Lograrán poner estos hechos en guardia y en actitud de arrepentimiento y propósito de la enmienda a cuantos niños y niñas americanos persiguen lagartos, aplastan escarabajos, apedrean gatos y perros, perdigonean ratas, se van a cazar pajarillos con sus escopetas de plomos o simplemente matan moscas con sus manitas mientras transcurren, lentas, las horas de clase? ¿Mirará a su alrededor todo el que ose echar el ojo a un animal, por si acecha la inquisidora vigilancia de algún posible chivato de la APSCA o a algún miembro o colaborador suyo, lápiz y papel, o cámara o móvil en  mano? 
Séptimo: ¿Por qué nadie está dispuesto a gritar o decir o al menos susurrar al oído de sordas viejecitas que el mundo en general y los EE.UU. en particular están más sonados que unas maracas y aquí ni Dios entiende ya nada?
          No hay más preguntas.

13 comentarios:

  1. ¡Jajaja! Me ha encantado. Muy buena tu reflexión.

    Oye, disculpa el autobombo, pero creo que te puede gustar. Puedes seguir mi viajecico por Latinoamérica en http://www.silencioseviaja.com

    Un abrazo,


    OLI I7O

    ResponderEliminar
  2. Hombreeeee... ¡Qué alegría me da "verte" de nuevo, amigo Oli! Gracias por visitarme. Celebro que te haya gustado. Ahora mismo voy para "silencioseviaja". Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. ¡Encantado de seguir leyéndote allende el Atlántico! Mientras tenga tiempo y conexión, lo seguiré haciendo.


    OLI I7O

    ResponderEliminar
  4. Realmente, eres un crack!
    Un post de bandera (nacional)...jeje.

    Salu2

    ResponderEliminar
  5. Esto..., pues..., ejem ejem..., bueno..., es que... Gracias, Toni, no merezco tanto, estoy en la liga regional, no diré juvenil, porque..., bien, qué más da. Jeje. Salud(os), amigo Toni.

    ResponderEliminar
  6. La respuesta a cada pregunta que haces (muy atinadas, por cierto) nos llevaría a identificar las patologías que anidan en las sociedades contemporáneas. La irracionalidad, el afán de venganza, la envidia, la violencia, el resentimiento, la falsa sensibilidad, la exageración hacia lo nimio... actitudes que derivan de la falta de educación, del impacto brutal de los mensajes televisivos cargados de miseria y violencia, de la inhibición de los padres en la educación de los hijos. Ha ocurrido en Estados Unidos, pero nada de sorprendente tendría el que sucesos similares tuvieran lugar al lado de nuestra casa sin que nos diéramos cuenta porque tampoco nos importaría. Es un ejemplo lamentable, pero muy expresivo. Un gran saludo, JA

    ResponderEliminar
  7. La sociedad actual hace tiempo que ha perdido totalmente el norte en muchos aspectos. Buen puesto.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Fernando, Antorelo, que vamos para atrás o que avanzamos menos que Jaramos subiendo al Tibidabo a pata y con el niño a cuestas, ¿no? Muchas gracias por vuestra cortesía a entrar y comentar. Salud(os).

    ResponderEliminar
  9. A los niños hay que llevarlos a los soles más libres, para que respiren al aire de lo azul nuevo. ¡Salud!

    ResponderEliminar
  10. Así es, Manuel. Gracias por entrar, leer y comentar. Salud(os).

    ResponderEliminar
  11. La diferencia entre realidad y ficción suele ser tan tenue.

    Un abrazo,

    Rato Raro

    ResponderEliminar
  12. Ja ja ja, te estás poniendo tan sutil, amigo Rato... Salud(os).

    ResponderEliminar
  13. Gracias por este blog tiene una tema muy buena me gusta mucho leerle excursiones en estambul

    ResponderEliminar

Entrada destacada