martes, 26 de abril de 2011

SUAVÓN Y SOLAPÓN



          Selecciono juntas estas dos palabras, “suavón” y “solapón”, porque tienen un cierto parecido fonético y porque muestran bastante proximidad semántica en alguna de sus acepciones.  Empiezo por declarar que ni una ni otra vienen recogidas en el diccionario de la RAE, tal vez por considerar que son vocablos no primitivos, sino derivados.
          Efectivamente, “suavón” es un adjetivo procedente de “suave”, con ese sufijo “-ón”, que de suyo aporta un valor aumentativo (“pantalla” – “pantallón”, “cuchara -“cucharón”). Dado que “suave” significa, según la propia  RAE, ‘blando, dulce, grato a los sentidos; tranquilo, manso; lento , moderado; dócil, manejable, apacible’, es de suponer que la persona o cosa “suavona” debería poseer tales cualidades, prácticamente todas positivas, en  grado superior al tomado como normal. Pero la cuestión no es tan simple.
          Veamos. Hay contenidos semánticos que, al incrementarse, cambian de signo y pasan a ser negativos, como ocurre con ciertos atributos corporales:  “Vaya par de orejones que tiene el chiquillo”.  El matiz despectivo resulta evidente, lo que demuestra una innegable alteración del significado originario, contenido en la raíz “orej-“. Y eso es lo que sucede a “suavón” tal como se emplea habitualmente, por ejemplo, en el argot taurino: “A los toreros hay que juzgarlos por el grado de peligro que deben soportar. No son lo mismo los toros suavones, carentes de fuerza, raza y movilidad, además de bobalicones, que lidian las figuras, en comparación con los de José Escolar, los de ayer, cuya movilidad y fijeza daba gusto contemplar” (1).  La palabra viene, efectivamente, de “suave”, pero no puede considerarse un derivado puro. Aún menos lo es en esta otra acepción, que explica un forero avispado: “Suavón es algo parecido a aquel que las mata callando” (2); y el autor o autora de un Vocabulario Esteponero: “Persona en apariencia inofensiva, pero con mala uva” (3) . Así, con este significado, bastante menos favorecedor aún, es como se emplea la palabra en donde nací y vivo (provincia de Málaga). Por lo que he podido indagar, existe también en el occidente andaluz e incluso en parte de Extremadura.
          Tomemos ahora el adjetivo “solapón”, derivado supuestamente del sustantivo “solapa”.  También he descubierto varias acepciones. Se le llama “solapón” en Canarias a un elemento del relieve montañoso, especie de saliente a modo de cornisa, que simula un techo, pero sin el suelo correspondiente.

          La foto lleva el siguiente pie: “Solapón colgado del risco en la subida a la cima del Descojonado. Toda la zona se halla cubierta de cuevas sin suelo, rodeadas de formas tubulares volcánicas de gran belleza”.(4)
          La otra significación se refiere al carácter o a los hábitos de conducta y significa algo parecido a “suavón”. En mi idiolecto, son términos prácticamente sinónimos. He recogido esta definición de un Vocabulario de los montes de Toledo (Zona de los Navalucillos): SOLAPON. Dic: Solapado. Dícese de la persona taimada que obra con hipocresía” (5). Coincide, como se indica, con la definición que el diccionario de la RAE ofrece del término “solapado”, al que posiblemente viene a sustituir en el registro coloquial: “Dicho de una persona: que por costumbre oculta maliciosa y cautelosamente sus pensamientos”.
          Para terminar, quiero recordar una canción antigua, del género “chachachá”, creo, titulada “La espinita”, asociada en mi memoria musical a Celia Cruz y al trío “Los Panchos”.  Aparece en ella el adjetivo “suave”, en un contexto en el que lo hace asemejarse a “suavón”
("Suave, que me estás matando..."). ¿Se trata de una especie de “cambio hacia atrás” o regresión, (fenómeno conocido en la evolución de las lenguas)? Habría que documentar, entonces, “suavón” en el dialecto hispano del autor.  También puede que en esa variedad del español de América el adjetivo “suave” haya adquirido el sentido peyorativo espontáneamente, cosa que desconozco. Si no se debe a ninguna de estas causas, sería simplemente un empleo irónico. Quizás haya alguien de allende los mares que lea esto y tenga algo que aportar: le ruego lo haga. Entre tanto, os dejo con el dramático, aunque hermoso, tema musical “La espinita”, en las dos versiones mencionadas.




4 comentarios:

  1. A mí siempre me ha llamado la atención que dos palabras gramaticalmente opuestas como "gastar" y "desgastar" signifiquen lo mismo.


    OLI I7O

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  2. Jajaja, como "matar" y "rematar", "sacar" y "sonsacar", más o menos. Salud(os), Oli, y feliz periplo.

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  3. Ha sido un auténtico placer leer y releer este puesto. Sopalón no se emplea mucho por aquí; suavón, sí. Este término viene a coincidir con la expresión es un "cógelas al tiento y mátalas callando".
    Saludos

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  4. En Málaga y creo que en general toda Andalucía, se utiliza las dos suavón y solapón, ésta última las he oido en personas mas mayores,y siempre en las dos haciéndo referencia a alguien que con sutiliza y quiere lograr su propósito

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