sábado, 25 de diciembre de 2010

SIN ZAMBOMBA NI PANDERETA

          He caído hoy en la cuenta de que, en lo que llevamos de Navidad, no he visto en las calles de la ciudad donde vivo ni una sola zambomba ni tampoco panderetas. No sé si será consecuencia de algún virus específico que ha asolado mi lugar o si ha ocurrido en toda la piel de toro patria, al menos en Andalucía, región donde estos dos instrumentos populares no han faltado, tradicionalmente, para acompañar el canto de los villancicos. El caso es que tampoco se están pasando anuncios donde la zambomba, la pandereta, el almirez, los platillos, la botella de anís… formen parte del atrezzo, junto a los clásicos trajes de pastorcillos, etc.  Tan sólo la publicidad de Iberia ha incluido zambombas, aunque con un uso totalmente descontextualizado y desnaturalizado.

          ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué está ocurriendo? ¿Se está perdiendo también la tradición de los villancicos y su característica orquestación? Algo sí. Aunque, si mi estimativa no me engaña, he creído oír en el sonido ambiente de grandes centros comerciales y supermercados, e incluso en la megafonía callejera que, según expresé en otro artículo, han instalado en la ciudad que me vio nacer, bastante más música navideña que otros años. También se mantiene, quizás intensificado incluso, el gusto por los belenes, otro símbolo de la navidad tradicional.
          Si la gente no compra panderetas o zambombas es que, seguramente, no piensa cantar mientras digiere la cena de Nochebuena, por ejemplo. Ni antes de esa noche ni después. Los niños, grandes imitadores, siempre han delatado los propósitos de sus padres, tíos y abuelos portando por las calles esos instrumentos a escala infantil, cuando van con su mamá de compras, al parque… Este año, no. Y no he salido menos que otros. Así que “Los peces en el río” parece que han dejado de beber, en sus versiones caseras, familiares…

          Como digo, cabe preguntarse por las causas de tal vacío instrumental. Sinceramente, yo no tengo ni idea de por qué pasa. Anoto, sin embargo, un fenómeno paralelo: las tiendas de chinos y de moros (dicho sea sin sentido peyorativo) también carecen esta temporada en sus estanterías de zambombas y panderetas. Yo no he visto por aquí ninguna. Señalo, nada más señalo, la coincidencia. ¿Tienen alguna relación la desaparición de los instrumentos en la fanfarria y animación navideñas, y en las tiendas del antiguo “todo a 100”? No lo sé. Ahí está.

          Sin embargo, no caben más que dos posibilidades: a) magrebíes y asiáticos han decidido, por lo que sea, extirpar costumbres ancestrales del país de acogida, empezando por el bumbúm-chinchín navideño, con un deslumbrante éxito (¿de qué nos privarán mañana?); b) esos mismos comerciantes, con un olfato fuera de lo común, han detectado un creciente desapego de la población autóctona por la interpretación de sus cantos navideños y de todo lo que los rodea, como son los sencillos, quizás toscos, instrumentos de madera, barro y pellejo, y para ajustar la oferta a la demanda y no despilfarrar ni un euro, no han hecho pedidos de zambombas ni panderetas.
          No sabría inclinarme, según decía, por una de las dos posibles causas. ¿Algún lector/a apostaría por alguna? Ni siquiera me siento seguro de que se trate de causas y no de consecuencias.


          No he mencionado la existencia de otras tiendas, pocas, poquísimas, donde también se suelen expender zambombas y panderetas: no me sirven como referencia. En relación con los dos productos que me ocupan (quizás algunos más), y acerca de la cuestión que expongo, los comercios de chinos y moros constituyen el verdadero campo de observación. No lo duden. Ya hace tiempo que usurparon el lugar y la función de otros establecimientos comerciales. 

14 comentarios:

  1. Ni zambombas, ni panderetas, ni villancicos, ni espíritu navideño...
    El que tiene dinero se marcha de viaje para disfrutar de verdad, y el que no tiene debe soportar a la familia en interminables sobremesas soporíferas...
    Las últimas navidades "reales" que recuerdo eran en blanco y negro todavía.Cuando debiamos comprar pan doble...
    Ahora, todo está desvirtuado.

    Salu2

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  2. yo creo que es más sencillo que todo eso, es simplemente que poco a poco nos estamos cargando las tradiciones, todas, sin excepcion alguna, y aunque me "joda" reconocerlo, los jovenes cada dia pasamos más de lo que siempre ha existido, incluso de las cosas que nos caracterizan!!!

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  3. El Nuevo Orden Mundial que está arrasando con las tradiciones y, si éstas huelen a incienso, ya ni le cuento, Sr. Jaramos.

    Sldos.

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  4. Pues si, amigo Jaramos, yo tampoco he visto panderetas, ni campanilleros.
    Me temo que esto va a más. Papá Noel se ventila a los Reyes Magos, el árbol acaba con el portal etc.
    "Total una raya más no se le nota al tigre"

    Salu2.

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  5. ¿A que si, colegas y amigos? A mí no me importaría demasiado que lo que siempre ha sido deje de serlo, si fuera resultado de un proceso más o menos natural. Lo que no admito es que la evolución, el cambio, la sustitución o la desfiguración se pongan en marcha por intereses de cualquier tipo, por ejemplo económicos, que subsumen a todos los demás, y obedeciendo a un plan. Saludos. Y gracias por entrar, leer, escribir...

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  6. Acuso recibo de tu felicitación navideña y te envío por igual medio mis mejores deseos para tí en el año próximo, con zambomba, pandereta y toda la parafernalia.
    Amigo Jaramos, me temo que en este caso el mercado sólo levanta acta de los deseos de los consumidores, ni tiene los ojos rasgados ni usa turbante.
    Gracias. Un abrazo-

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  7. Muchas gracias, ARC. Creo que me conformaré con rascar una botella de anís. Jeje.

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  8. La verdad es que por estos lares no recuerdo haber visto una zambomba, aunque sí panderetas, botellas de anís, conchas de viera y las gaitas, que esas están en todas. Y, sí, desgraciadamente, aquí los niños siguen cantando villancicos (lo siento, pero es que no me gustan) al menos en el cole de mi hermana donde interpretaron todo tipo de canciones navideñas. Aparte de rondallas, también típicas, que salen durante las navidades. Feliz año nuevo!

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  9. Yo a diferencia de mi contrablogero, adoro las panderetas,las botellas de anís,conchas de viera y las gaitas, y gracias a dios, las tradiciones navideñas siguen perdurando, aquí en este rincón olvidado de la piel de toro.

    Feliz año a todos!!!!!!!!

    Un abrazo,

    Rato Raro

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  10. Ahora adoramos a Papá Noel, icono del consumo de la sociedad del siglo XXI. Y este trae presentes más sofisticados.
    Feliz Año

    Anónimo2

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  11. ¿Tiene algo que ver la sustituciòn de los RRMM por Papá Noel con la ausencia de connotaciones religiosas de este personaje para gran parte de la cultura occidental? Si es así, ocurre lo mismo con el árbol en vez del belén. Gracias, Anónimo, por entrar, leer, comentar... Feliz año.

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  12. Sinceramente, a mí me gustan más las navidades con reyes magos, belenes, panderetas, etc., aunque poco a poco papá Noel, o lo que nos traigan en un futuro, los irán sustituyendo.
    Feliz año
    Un abrazo

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  13. ¿Serán también sustituidos los mantecados, alfajores..., que son mi debilidad? Saludos, Antorelo. Y feliz año.

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  14. Dios no lo quiera, aunque pudiera ser para desconsuelo tuyo. Aprovéchate, por lo que pueda pasar.
    Un abrazo

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