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El alcalde de Valladolid dice que la ministra novatilla le recordaba a unos dibujos animados. Los colegas y, sobre todo, las colegas de la chavala salen en tromba a comerse al edil, por machista, grosero... Éste medio se echa atrás y pide perdón o algo así, añadiendo que él no tiene culpa de que una persona le evoque a un personaje. Todo esto lo escucho en la radio y/o en la televisión a raíz del cambio de mano y/o la desposesión de algunas carteras del gobierno. Confieso que, pese a seguir la historia hasta este punto, me quedo a la luna de Valencia sobre qué es lo que pasa, de cuál es el dibujito que se asemeja a la Excelentísima Señora y por qué comete yerro quien mira, ve, compara y luego se expresa en consecuencia. Pregunto a mis amigos y compañeros, y me ponen al tanto.
La última condena, proveniente de un correligionario de la ofendida, data de hoy. No les voy a decir quién la ha hecho, ya que no me gusta ser reiterativo y explicar lo evidente. Ustedes captarán al instante, en cuanto se percaten de su estilo, de quién se trata.
Se ha despachado a gusto, en un contexto mitinero (que es donde se acude a vomitar sapos y destilar hiel), enfatizando la mala educación, la falta de respeto, el machismo del PP, etc., etc ., encarnados en el fantasioso vallisoletano. En un momento dado, el señor cuyo nombre velo ha afirmado (más o menos) que , claro, siendo como son los pepés, en el momento menos pensado se les “ve el plumero”, aunque algunos, como Rajoy, no tienen que hacer mucho esfuerzo para que se les vea.
Se dan ustedes cuenta, saben ya por dónde va la cosa, ¿no? Más o menos, por donde se decantó un diputado en el Congreso cuando escupió un grito más explícito al máximo dirigente popular, e incluso un veterano jefazo socialista sevillano que hizo lo propio acudiendo a la tradicional metáfora de la mariposa. Por cierto, a favor de la persona objeto de ambos improperios no dijo esta boca es mía quien hoy exige máximo respeto.
Y yo, iluso (“como un gilipollas”, que diría J. Krahe), creyendo que el defensor de la Pajín era sincero y que, al demandar respeto para ella, rechazaba de verdad, nunc et semper, la descalificación y el desdoro, y bla bla bla.
Me creía yo también que, tal como los del bando de la ministra y su abogado han proclamado a los cuatro vientos, la “pluma” es hoy una condición absolutamente normal y natural en muchas personas, una opción, no un defecto…, y que ya no sucedía como antes, que se usaba para injuriar, deshonrar… a los diferentes.
Con lo referido en el post anterior y los consiguientes comentarios, y con esto de ahora, y con algunas otras cosillas más por el estilo, voy cogiendo onda y creo que me iré haciendo bastante más escéptico. A otros tal vez les pediría el cuerpo echar más mala leche, más pellejo, más jeta, para estar a la altura. La altura es obrar de la misma forma que se critica al adversario, o peor aún.
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Creo que al alcalde de Valladolid se le fue la lengua y, aunque la libertad de expresión sea un derecho fundamental, uno debe expresar lo que expresa procurando que aquél o aquélla sobre quien se expresa no se pueda sentir ofendido, insultado o humillado (iba a añadir la "a" a los tres adjetivos, para emplear un lenguaje políticamente correcto, pero el idioma español no lo necesita). Y lo peor es que, cuando intentó arreglarlo -según he podido ver y oir- le echó más leña al fuego. La buena educación no es una película de Almodovar, es algo que hace mucha falta. A todos.
ResponderEliminarDicho esto, creo también, que ese señor cuyo nombre "velas" -en mi modesta opinión- no precisamente un ejemplo de buena educación, no sé que haría si no existiese el PP. No le oigo hablar de ideas, de proyectos, de hechos propios. Me pregunto si existen. Siempre le oigo atacando al contrario. Para él, la culpa de todo la tiene el PP. Todos los del PP son malos. Los del PP no aportan, no contribuyen. Y ¡claro! como la oposición no colabora, el pobre gobierno del que él forma parte sustancial ¿qué va a hacer? El gobierno no es responsable en absoluto de la pésima situación económica y moral en la que se encuentra España (¿o debería decir el país? si se la compara con la mayoría de los países de nuestro entorno. La culpa, como todo el mundo sabe, la tiene la oposición.
Saludos.
La política esta reñida con el respeto, todo vale por intentar ganar un puñado de votos. La culpa es de todos porque se lo consentimos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Rato Raro
HOla, pase a leerte e informarme en tus ultimas publicaciones.
ResponderEliminarSaludos y buena semana.
El exceso del vallisoletano no debe ser disculpado nunca al amparo de: "todos lo hacen".
ResponderEliminarMe es indiferente que otros políticos tengan incluso peor lengua que ese cavernícola...
Por ahí no debemos pasar.
No debemos tragar.
Simplemente debemos condenarlo, y no votarle nunca más.
Tener memoria.
Salu2 amigo.
Al día siguiente, el innominado habló de nuevo, para ofrecer la interpretación supuestamente recta de su alusión a Rajoy, que -dijo- fue un ataque, y no una ofensa. En algunos (que no se creyeron la segunda versión) produjo las mismas sonrisitas de los presentes en el mitin y el elogio "Es que es...". En otros, la decepción: "Se echa atrás,algo le pasa, esto ya no es lo que era...". Yo no sé si estos y aquellos y todos en general nos hemos dado cuenta de que nos han tenido "entretenidos" con esto unos cuantos días, precisamente los días en que se lleva a cabo el debate de presupuestos, entre otros. Por último, me hubiera gustado saber la reacción de los ultradefensores de la opción "homo", que atacan y repudian, lógicamente, toda burla y rechazo. Pero me he quedado sin saberla.
ResponderEliminarGracias por vuestra amabilidad a los que habéis entrado a leer y comentar.