domingo, 29 de julio de 2012

CINCO IDEAS SOBRE EL ABORTO


               Me resulta muy difícil adoptar una postura clara respecto al aborto. Imagino que igual que a otros que, como yo, se atienen a criterios de carácter ético, intentando además no simplificar demasiado el problema. Estos días ha vuelto a surgir la discusión en la prensa, a raíz de unas declaraciones del ministro de Justicia referentes a la próxima modificación de la legislación sobre el asunto.
               En síntesis, el cambio afectará a la sustitución de los “plazos” por los “casos” o “supuestos” como razón legal para el aborto. Es decir, que, si según la norma vigente (desde 2010) una mujer puede interrumpir su embarazo hasta las 14 semanas sin aducir motivo alguno,  a partir de la reforma tal intervención no será posible  -entiéndase, legal-  si no se da alguna situación que la aconseje o justifique, o sea, si no concurre algún “supuesto”. Esta era también la fórmula anterior al cambio legislativo de 2010. Se contemplaban tres “supuestos”: violación, malformación del feto, consecuencias físicas o psíquicas para la madre. El señor ministro se propone entrar también en este punto y suprimir del ámbito de lo permitido las malformaciones del no nacido, incluso las de carácter grave. Por último, desaparecerá el aborto de jóvenes menores de 18 años sin el consentimiento paterno, que actualmente se admite.
               Las reacciones han caminado por senderos diferentes, según el credo político y ético de sus agentes. Desde quienes piden más “recortes” a una ley claramente inmoral, que desearían ver simplemente anulada, hasta los que acusan al gobierno actual de ser más reaccionario que aquel de Aznar, de retroceder más de 30 años y alejarse hacia atrás de Europa, de desposeer a las mujeres de la libertad para decidir acerca de “lo” que hay dentro de su cuerpo.

               Como dije al principio, me resulta bastante difícil adoptar una posición nítida, rotunda, definitiva, en medio de visiones tan encontradas, de argumentaciones tan irreconciliables (independientemente  de su varia y desigual fundamentación), evitando atacar los intereses y los derechos de los implicados en el acto del aborto, la madre y el hijo. Voy a tratar de esquematizar las cuatro o cinco ideas a las que hasta ahora suelo acudir para intentar situarme en tan espinoso territorio:
     1. El aborto, llámese como se llame eufemísticamente, equivale a poner fin a la vida de una persona humana, por corta que sea esa vida y pese a suceder en el interior de su madre. En general, el dar muerte a un semejante se considera asesinato en el código penal. Esto es así siempre en muchos países como el nuestro; tan solo se dan excepciones en ciertos “supuestos” (dejando al margen por el momento el aborto): la defensa propia ordinaria, la persecución de delincuentes especialmente peligrosos y la guerra. En el tema que trato, la eliminación de una persona no nacida, si llega a aceptarse como legal, creo que debería ser también bajo determinados “supuestos”, según ciertas condiciones.  Cuáles sean esos “supuestos” lo ha de determinar la sociedad por consenso o por mayoría muy amplia, después de una serena discusión, de la que no estén ausentes especialistas de diversas ramas.
     2. Para mí, aunque de manera bastante provisional, constituirían casos claros la violación y el embarazo de una mujer mentalmente disminuida; el daño grave para la madre, de carácter físico; la malformación grave del niño, imposible de remediar antes y después del nacimiento. Quiero aclarar un punto: deberían definirse con la máxima claridad el segundo y tercer “supuestos”, de modo que no se conviertan (como ha sucedido) en un coladero de amplio diámetro.
     3.  El aborto no es un derecho, sino una acción médica que se realiza para preservar un bien mayor.
     4. Las mujeres, solo por el hecho de estar embarazadas, no adquieren la capacidad plena de tomar decisiones sobre el no nacido. Aunque pueda parecer duro, soy de la opinión de que, si una mujer no tuvo la madurez (voluntad, fortaleza, formación, control de sí misma, etc.), antes de concebir, suficiente como para decir “no ahora” o “no así” o “no contigo”, tampoco la tendrá al mes o dos meses para decidir la eliminación del fruto germinado en su vientre como consecuencia de ello. Si antes no pudo disponer sobre sí misma, ¿cómo va a poder disponer después sobre la vida de otro con total garantía?
     5.  La mayoría de edad, que vale en nuestro país y otros semejantes para permitir y prohibir tantas cosas, debería también regir en el caso del aborto, como una condición indispensable para empezar a considerar la posibilidad de practicarlo; así, en el caso de menores, se ha de requerir el permiso paterno.

               Sinceramente, esto es lo que creo. Veremos cómo termina la propuesta esbozada por Gallardón. De momento ha despertado la polémica y seguro que habrá movilizaciones. Cosa normal, ya que se trata de uno de los puntos calientes de controversia política y ética, y el posicionamiento respecto a él aparece como uno de los signos más ostensibles y fuertes de la ideología que cada uno posee y/o quiere exhibir. Lo único que pido es sosiego y honradez en el debate, que ya ha comenzado y que desembocará en una norma escrita.

19 comentarios:

  1. Hola José Antonio. Como siempre expones tus reflexiones de modo meridianamente claro, aunque eso no quiere decir que comparta las conclusiones a las que te llevan. En primer lugar, en una sociedad laica la norma que a todos nos obliga es la declaración de de los derechos humanos. Norma acordada voluntariamente por ciudadanos de diversos credos y supuestos ideológicos. Lo demás, sean creencias religiosas o ideologías pertenece al ámbito de lo privado y por tanto no se puede imponer. El derecho a la vida es uno de los derechos fundamentales sobre el que nadie plantea dudas. El problema está en si se puede considerar a un feto de menos de 14 semanas una persona y por tanto sujeto de los derechos humanos. Mi opinión y la de muchos otros es que no. Por otra parte, más que el derecho de la madre al aborto, hay que considerar el derecho a una maternidad responsable y las razones por las que una mujer puede no querer tener a ese proyecto de vida, son variadísimas y en todo caso deben estar referidas a la esfera de lo estrictamente personal, puesto que al fin y al cabo es esa mujer la que con su decisión se convertirá o no en madre.
    Comprenderás que el tema da para un debate más amplio que el que permite este medio. Pero en cuanto a la propuesta de Gallardón, me parece que responde más a planteamientos puramente electorales y rechazo de plano tanto la forma de plantearlo como el momento en el que lo plantea.
    Un abrazo.

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    1. Coincido plenamente con tu opinion.No es bueno mezclar creencias con leyes y normas aceptadas en democracia. No hay que legislar lo que entra en la esfera de lo privado.

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    2. Antonio P., te agradezco la lectura y el comentario. Efectivamente, se necesitaría otro espacio más extenso para entrar en detalles y distingos, matices y observaciones. Según tengo entendido, los científicos utilizan el concepto de "viabilidad" para determinar fases en la evolución del feto. Posiblemente, también en ese flanco de la cuestión habrá visiones distintas. Yo, modestamente, me pregunto con arreglo a qué criterio "científico" se establece y define la consideración de "persona", que es más bien un concepto jurídico, que, por otra parte, nada tiene que ver con el aborto, puesto que eliminar a un feto es acabar con una vida, en este caso, inconfundiblemente, una vida humana. En fin, seguiremos dándole vueltas al tema (al menos, yo), pese a que los políticos lo despacharon y despachan tan rápido. Salud(os).

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    3. La anterior respuesta vale también para Unknown, al que agradezco igualmente la lectura y comentario.

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  2. Gracias por compartir tus reflexiones tan sinceras y tan cercanas. Lejanas de divagaciones estériles y pomposas. Un abrazo. Javier Coca.

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  3. Gracias por compartir tus reflexiones tan sinceras y tan cercanas. Lejanas de divagaciones estériles y pomposas. Un abrazo. Javier Coca.

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    1. Gracias a ti, Javier, por la lectura y comentario (gracias dobles, pues el comentario ha salido duplicado). Salud(os).

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  4. El tema que planteas es mas espinoso que una zarza, mas polemico que una decision arbitral. Los PROABORTISTAS defienden que un feto no es persona, al igual que un huevo fecundado no es una gallina. Y hay bibliografia cientifica que lo avala. Los ANTIABORTISTAS (en su gran mayoria respaldados en "creencias religiosas") defienden al nasciturus desde mismo instante de la fecundacion, venga como venga, se desee o no.
    Abortar (cercenar) no debe ser agradable. Pero ignoro ( ni me interesan) los motivos que llevan a una mujer a hacerlo. Desde luego que eticamente me lo plantearia, llegado el caso pero esa decision ES MIA por un tiempo. Luego, la sociedad, pasadas 14 semanas, limite no caprichoso, me impediria actuar por libre. Siguiendo el simil: a los 5 dias de empollar la gallina el huevo, alli no hay "todavia" mas que un proyecto de polluelo. Hay clara y yema, poco mas.
    De todas formas coincido en que hay que practicar un sexo responsable y no tomarse estas cosas a la ligera, como suele hacerse a veces. Esto se consigue con EDUCACION y un ambiente propicio en la familia.
    Tema erizado el hoy propuesto, valiente en la propuesta y brillante en la exposicion.
    ¿Mi postura? Coincido con la de Antonio P.

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  5. Muchas gracias, Juanma, por la lectura y comentario. Aunque matizas y desarrollas algunos puntos, en general la respuesta que he dado a Antonio P. puede valer también para contestar a tu interesante reflexión. Salud(os).

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  6. Aventurarte a opinar sobre esto con sentido común ya merece un aplauso. No obstante, me sobra el punto 3, porque a lo mejor ese bien mayor puede no estar relacionado con la salud física. Es decir, un niño no deseado puede arrastrar traumas y fracasos escolares (tú que eres educador lo sabes), y a lo mejor el bien mayor es evitar eso, precisamente.

    Tampoco estoy de acuerdo con el punto 4. Si no me equivoco, viene a decir que una chica irresponsable, que no supo cerrar las piernas a tiempo, merece cargar con un bebé no deseado. Creo que el aborto también debería amparar esos casos, acompañados, eso sí, de la adecuada terapia familiar.

    En fin, cada caso requeriría un análisis durante un tiempo prolongado que, por desgracia, la biología no permite (al contrario que sucede con la adopción, que los trámites se alargan en el tiempo tanto que a uno se le quitan las ganas de seguir adelante). No obstante, gracias por opinar sobre este peliagudo tema. Gracias también a Antonio P. y Juanma por su opinión.


    OLI I7O

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  7. Apreciado (y envidiado desde el periplo americano) Oli. Es una alegría verte "asomar la gaita" por aquí. Los puntos de desacuerdo en relación con este asunto dependen muchas veces del punto de vista desde el que lo observes. A mí también me parece que hay que evitar la maternidad-paternidad no deseada, pero antes de hacer el niño, no cuando ya está hecho. Una mujer que mantiene una relación "sin protección" debe pensárselo dos veces, o sea, debe ser responsable, porque recibir la semillita trae unas consecuencias (positivas y negativas) con las que ha de contar. La vida es así, para bien y para mal. Sinceramente, Oli, hoy día la que se queda embarazada es porque quiere, hay mil medios de evitarlo, y no solo "quedándose quieta", cerrando las piernas, etc.; salvo en caso de violación, todas las mujeres tienen acceso fácil a esos medios. Y voy al punto central: si no fuera tan fácil abortar, más de una se lo pensaría esas dos veces y se controlaría un poco, etc. Aunque parezca que trivializo la situación, apelo a mi profesión de docente y creo en esta paradoja: la existencia deel suspenso evita el suspenso, o sea, el temor a suspender hace que muchos niños estudien y no suspenda. Creo que la similitud con el aborto está clara. Además, no se trata de "castigar" a una mujer por haber cometido un supuesto error, sino simplemente no interponerse entre la persona que realiza un acto de una determinada manera y la responsabilidad que con ello contrae. En fin, no debería yo pretender convencerte de lo contrario de lo que piensas, pero el caso es que me he enrollado en la respuesta. Gracias a ti por la visita, la lectura y el comentario.
    P.S.: Haz el favor de escribirme la dirección del blog viajero. Se me perdió y no pude entrar desde entonces. Gracias.

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  8. Querido amigo, por una vez, pero sin que sirva de precedente, no puedo estar en más desacuerdo contigo. Creo en la libertad de poder decidir, es un derecho fundamental.

    Un abrazo,

    Rato Raro

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    1. Mejor así, ¿no Rato? Si a todos los hombres nos gustara la misma mujer..., no veas. Gracias.

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  9. Estimado José Antonio:

    Veo que no hay ninguna mujer opinando aquí, quizá porque muchas ya estemos cansadas de opinar que el aborto sí es un derecho. Opiniones sobre este tema hay tantas como casos, no digo nada nuevo.
    No obstante, aprecio tu artículo aunque esté en desacuerdo con tu postura.
    Permíteme tan solo que te diga que me chirría sobremanera esa expresión tan redundante y tan común hoy en día: "persona humana". ¿Existe algún individuo que no sea de la especie humana?

    Te dejo un abrazo.

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    1. Gracias por entrar, en representación informal del bando de las mujeres. En desacuerdo..., bueno, te digo lo mismo que a Rato, el que te antecede como comentarista. Te confieso, no obstante, que mi trabajo me ha costado llegar a las ideas que expreso en el artículo, y algunas aún se tambalean. En cuanto a la expresión "persona humana", efectivamente es una redundancia y tal vez no debiera utilizarla, pero el caso es que el uso (al menos el uso coloquial) me parece que la ha consagrado, sobre todo cuando quiere subrayarse, por contraposición, lo de "humano". Gracias por la visita, tan agradable siempre, lectura y comentario, Manuela.

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  10. Hola
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    Un cordial saludo.

    Mi email: jaramos.g@gmail.com

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  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  13. Gracias, JA, por tu respuesta. Evidentemente, el aborto es uno de los temas más complicados de opinar, y más cuando ni siquiera se ve uno en esa situación. Obviamente, el aborto debe ser el último, ultimísimo, recurso frente a un hijo no deseado, pero creo que debería estar disponible en caso de, por ejemplo, que los métodos anticonceptivos y de prevención fallen.

    Por cierto, la dirección de mi blog de Latinoamérica es:

    http://www.silencioseviaja.com

    Un saludo y seguimos leyéndonos...


    OLI I7O

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