Hoy, víspera del comienzo de curso en Secundaria, estaba convocada
una huelga del profesorado en determinadas comunidades autónomas, finalmente
aplazada, al parecer, para el 20 y 21. El motivo, el cambio de las 18 horas
lectivas semanales por 20. En tal situación, ninguna persona relacionada directa
o indirectamente con la enseñanza puede dejar de tener formada una opinión
sobre las posturas adoptadas dentro del colectivo en relación con la medida y sobre
la medida misma. Yo la tengo, y la voy a expresar y a tratar de explicar
brevemente.
Las movilizaciones se pretenden justificar, por parte de los
que las convocan y secundan, como una defensa de la calidad de la enseñanza, que
mermará por el aumento de horas lectivas. El concepto clave es, pues, el de “calidad
de la enseñanza”. Se aduce que cada profesor deberá atender, así, a un número
mayor de alumnos y desatender en alguna proporción las funciones no lectivas,
valoradas como igualmente necesarias para la formación. Yo no estoy de acuerdo con las acciones promovidas
por los sindicatos (creo que todos o la mayoría), porque creo que el fundamento
no es nada sólido, no existe un motivo razonable.
Quiero explicarme con una serie de consideraciones, como no
podía ser menos, en torno a la calidad de la enseñanza. En primer lugar, es un
concepto ambiguo, inconcreto, difícilmente medible e incluso de no fácil
definición, a no ser que se haga en términos de calificaciones o notas. Por
otra parte, si la calidad se aprecia en los resultados, sean las notas o
cualquier otro elemento basado en el instrumento de evaluación que sea, deberíamos
contemplar también la calidad del aprendizaje, pues de este otro factor, el
aprendizaje, proviene, en no menor medida, el nivel de resultados. Si un niño alcanza
un grado de preparación equis, no es solo porque los maestros le hayan enseñado
mucho, poco, así o asado, sino también por su actitud, su trabajo y esfuerzo, por
el apoyo de la familia, etc. Y también depende de la dotación de medios y
recursos disponibles en los centros. De este modo, el profesor y su horario es
un factor, pero no el único que condiciona la calidad final. De hecho, los
profesores de la enseñanza concertada y privada tienen bastantes más horas de
clase, hasta 28 semanales algunos, y nadie ha dicho nunca que los alumnos
salgan en general peor preparados o que, si presentan diferencias negativas,
sea por los horarios de los profesores.
En segundo lugar, suponiendo que hubiese una correlación
entre el horario lectivo actual de los profesores y la calidad del aprendizaje,
la relación cantidad de horas / calidad del aprendizaje ¿quién y cómo se
establece el horario? , ¿cuál es el criterio con que se marca el límite de
horas lectivas? Al parecer, los patrocinadores de la huelga asientan sus
argumentos en el simple principio de que “cuantas menos horas, mejor”, porque no
he oído ni leído -creo que nadie lo
habrá dicho/escrito ni lo dirá/escribirá- que 18 es calidad y 20 ya no es calidad, así, en
términos absolutos. Según es sabido, el horario de los profesores, como todos
los demás aspectos esenciales de su función, lo determina la ley; igual que los
del resto de funcionarios y asimilados. Si la ley establece las horas lectivas
en un margen entre 18 y 21 para los docentes de la enseñanza pública, ¿eso qué
quiere decir? Quiere decir que, en las circunstancias concretas de nuestro
país, la Administración entiende que tal volumen de horas es el adecuado para
garantizar una enseñanza aceptable a los alumnos. Más claramente, para los que ligan
número de horas y calidad: nuestros gobernantes determinan que, con un mínimo
de 18 horas y un máximo de 21 por profesor y semana, los alumnos de Secundaria
deberían concluir sus estudios con una formación de calidad apropiada. Este es
su criterio, el criterio que prima y que se impone (se esté o no de acuerdo con
él). Además, el sueldo se fija en correspondencia con esa dedicación: a usted le
pagaremos tanto por dar entre 18 y 21 horas según aconsejen o exijan las
circunstancias, viene a decir el contrato.
Hasta ahora, se ha generalizado el
volumen mínimo como si fuera el máximo, sin detraer del sueldo ni un euro (por
ese motivo, que no tiene nada que ver con el rebaje por la crisis, contra la
que no se alzó, por cierto, ninguna voz de sindicato o colectivo organizado). Pero,
la propia Administración (en este caso, una o varias de ámbito regional), sin
salirse de la ley, cree llegado el momento de sumar dos horas al mínimo, que tampoco
hacen llegar al máximo previsto. No se alteran, pues, las condiciones en las
que la normativa juzga que se ofrece una enseñanza de aceptable calidad, cuyo
límite está en las 21 horas. Las protestas surgen, pues, del deseo de continuar con la situación actual,
que demuestra una gran “generosidad” por parte de los gobiernos central y
regionales: ellos han venido “regalando” a los docentes el pago de tres horas
lectivas no dadas, que, no obstante, la ley contempla se pueden dar. Ahora, en
tiempos de ajuste y requeteajuste, ya no se está para obsequios y se imponen
condiciones algo más duras. Distinto es que el profesorado no esté de acuerdo
con las horas que la norma vigente cree apropiadas para dar calidad; pero, que
yo sepa, nadie ha gritado, desde que rige, contra esa normativa. Ni contra otros
muchos componentes del sistema educativo con más incidencia en la formación de
los niños y adolescentes.
Así, pues, esta huelga no es la mía. Tendría que tener más
calado y más sustancia. Tampoco me sumo a la discusión aislada sobre las horas,
que más bien parece un regateo. ¿O quizás se trata de una buena ocasión para que
los sindicatos aticen al/a la gobernante y lancen a su cara el malestar
múltiple de los docentes, para, de camino, ganar algo de respaldo y perder algo
de desprestigio?
Trabajé en un principio en la privada en la que impartía 28 horas lectivas a la semana. Tenía cursos de 55 alumnos lo que multiplicado por 7 COUS de Lengua Española daba un total de 385 alumnos a los que había que añadir dos terceros de BUP con 30 alumnos cada uno. Total: 445 alumnos. Cuando llegaba la época de exámenes, había noches en que no dormía corrigiendo. Aprobé las oposiciones a la pública y tenía la impresión de que no trabajaba y añadía un montón de horas a mi jornada lectiva proponiendo actividades, ciclos de cine, semanas culturales e incluso quedaba después de clase con mis alumnos para irnos a tomar algo. Hubo un tiempo en que el mundo de los alumnos y el de los profesores no estaban alejados, no eran antagónicos.
ResponderEliminarCon el tiempo, mi capacidad de trabajo ha ido menguando, lo reconozco. Esas dos horas pueden suponer un añadido de alumnos más de los que habrá que corregir exámenes y controlar su proceso de aprendizaje. Nadie se va a morir, pero si esto es así, si se pueden aumentar las horas docentes, ¿por qué no llevándolo hasta las últimas consecuencias y alcanzar las 28 de la privada? La calidad no está reñida con el número de horas, según razonas. Y puedes tener razón. No lo niego. Se suprimirán a la vez desdoblamientos, atenciones personalizadas… Puede ser necesario. No sé. El caso es que durante toda mi carrera docente nadie se había atrevido a alterar este número de horas que venían del tiempo del franquismo.
Temo, no obstante, que nunca el desprestigio que hemos alcanzado los docentes ha sido tan elevado. Nosotros no hemos diseñado las cambiantes leyes educativas, nosotros no somos los que decidimos las directrices de cada año… De hecho somos el colectivo más maleable y dúctil que se haya podido encontrar un gobierno. Aceptamos cualquier cosa. Estamos derrotados de antemano, no temas una gran oposición a Esperanza Aguirre. Tiene a la gente detrás de ella y ella lo sabe. Los docentes son culpables del fracaso, no trabajan y disfrutan de vacaciones inaceptables. El ochenta por ciento de la sociedad apostaría por cortarnos el cuello e incluso he leído que nuestras plazas no deberían ser vitalicias. Esperanza Aguirre sabe qué batalla ha iniciado y las bazas que tienen unos y otros. Otra cosa es que quisiera meter en cintura a los banqueros. Eso serían palabras mayores. Los profesores somos inanes, nos hemos convertido en inanes, somos algo equiparable a una excrecencia aunque muchos de nosotros aún nos damos cuenta del valor humano (no sé si intelectual) que tiene nuestra función. En todo caso, seremos culpables de todo. No te preocupes por la huelga. Está condenada al fracaso. No hay más cera que la que arde. Y no hay mucha.
Un cordial saludo.
Interesante reflexión, a pesar del pesimismo que trasluce. Yo tampoco soy muy optimista en este punto. A partir de ahí, me quejo de que llevamos lustros sin protestar colectiva y públicamente, y ahora se convocan unas movilizaciones por una chorrada (en comparación con los problemas de verdad gordos de la enseñanza) y claramente de orientación política. Yo entiendo que los profes madrileños hayan resoplado al enterarse de lo de las dos horas, porque a todos nos amarga lo amargo y nos gusta el dulce; pero de ahí a montar un pollo... Salud(os), amigo Joselu.
ResponderEliminarCualquier reivindicación parecerá una chorrada a algunos y absolutamente insuficiente a otros, es un clásico. Lo cierto es que los sindicatos están para impedir, o intentar impedir, un presunto empeoramiento de las condiciones laborales. Es su papel. Respecto al fondo de la cuestión no discrepo contigo, más me interesa el desprestigio del colectivo en el que hace hincapié Joselu, y en eso me temo que nadie nos echó una mano para lograrlo, ha sido un logro nuestro indiscutible. Es ahí donde los que aún estáis en activo habréis de hacer una reflexión o esto irá de mal en peor. Buen artículo Jaramos. Salud.
ResponderEliminarCreo que ante los numerosos y graves problemas de la enseñanza en España, se han ido a manifestar por una gilipollez.
ResponderEliminarUna cortina de humo que les hace perder credibilidad ante la ciudadanía.
Parece mentira que sean profesores...
Salu2
Arcadio, gracias por tu atenta lectura y enjundioso comentario. He de confesar una cosa: yo tampoco estoy ya en activo, lo que me llevó a dudar de si tenía derecho o no a publicar un artículo como ese, sentí ciertos escrúpulos de conciencia; después pensé que todo el mundo puede opinar libremente sobre todo. En fin...
ResponderEliminarP.S.: Arcadio, en tu ausencia veraniega he reconvertido mi antiguo blog "Jara_mitos" y lo he llamado "Lengua española y comunicación", para especializarlo en esa temática. Por si tienes cuatro ratos... La dirección no se ha alterado: http://jaramito.blogspot.com/
Toni, has resumido en un par de frases contundentes buena parte de lo que yo quería decir. Gracias. De todos modos, los sindicatos no dan puntada sin hilo, son perroviejos, y seguramente persiguen un objetivo al movilizar(se). Quizás montar el pollo a la Sra. Aguirre y otros del PP, y de camino congraciarse un poco con los pobres profesores. Salud(os), amigo.
ResponderEliminarSinceramente creo que es fundamental para el desarrollo de nuestro país mejorar la calidad de la enseñanza. No creo que dos horas más o menos sean el aspecto clave para mejorarla.
ResponderEliminarMi experiencia vital con el mundo del profesorado no ha sido muy buena. Sino recuerdo mal, ni una sola vez un profesor me ha recibido en un tutoria. Solo tuve apoyo por parte de un profesor, para los demás creo que no existía. La fama que tienen se la merecen, tienen más vacaciones que nadie, en proporción sus salarios son de los más altos de la unión europea, su preocupación por reciclarse y mejorar suele ser mínima, no se suelen preocupar por su alumnado y podría seguir así...
Empezar a escribir esto me recuerda mil y una anedoctas de mi etapa como alumno. Recuerdo todas las dificultades que me pusieron en la universidad porque trabaja como operario de una fábrica de coches y a la vez estudiaba. Me llegaron a decir que estudiará por la UNED, que llegar tarde alguna de las clases por trabajo no era una disculpa. Mientras que si aceptaban como excusa llegar tarde por perder el autobús.
No creo ni en el sistema educativo de este país, deficiente, costoso, poco orientado al mercado laboral, con profesores faltos de vocación y poco preparados, responsables en gran parte de este sistema educativo.
Por todo esto, no entiendo ni apoyo una huelga, que el único que tiene para muchos es tener dos horas en las que poder leerse la prensa y tomar el café. Creo que el único trabajo que hacen la mayoría de ellos durante ese tiempo es corregir exámenes.
Un abrazo,
Rato Raro
Rato Raro, veo el sistema educativo desde dentro y sé quiénes son mis compañeros y el trabajo que estamos haciendo. Siento decirte que tus opiniones -por más asumidas que las tengas- son una colección de lugares comunes, prejuicios y banalidades sin fundamento. Eres libre de creer lo que quieras, faltaría más, y también de creer que todos los curas son sobones, o que los camioneros son puteros, o que los funcionarios todos son vagos, y que los políticos son todos corruptos, y que los jueces son todos prevaricadores, y que las mujeres van provocando y, no sigo… Tu desconocimiento del tema del que hablas es tal que no merece la pena hacerte salir de tu sarta de tópicos. Pero sí es cierto que tus opiniones son el eco de cierta derecha que está empeñada en devaluar todo lo que huela a público. Ya se está consiguiendo. y en el 20-N ya se tendrá la ocasión de continuar en el intento de desmantela lo público con opinantes tan versados como el que firma tu comentario.
ResponderEliminarQuerido Joselu, mi opinión esta basada en mi experiencia personal como alumno. Por lo que no se a que viene a cuento decir que estas " son una colección de lugares comunes, prejuicios y banalidades sin fundamento".
ResponderEliminarPara luego pasar a decir que estas son ECO de la derecha. ¿Pero tú de que vas?
Aunque no sea profesor, ¿puedo? dar mi visión como alumno de colegio concertado, instituto y universidad pública. No querrás que cuente la implicación que ha tenido el profesorado conmigo y otros compañeros en horas no lectivas porque no tendría nada que contar.
La mayoría de los profesores que me han dado clase, lanzaban el mismo rollo año tras año, sin cambiar ni una sola coma de sus relatorios.
Tengo amigos profesores que se implican de verdad con los chavales, pero ellos si reconocen que la mayoría de las profesores pasan de todo. Un poco de autocrita no viene nada mal.
A pesar de todo esto, mi querido impertinente Joselu, soy un defensor de la enseñanza pública. Pero no por eso debo creer que tal y como esta es eficiente.
Por favor, intenta ser un poco más educado con las opiniones de los demás, tenga más o menos desconocimiento sobre un tema, porque sino acabarás comportandonte como aquellos que tanto criticas.
Sin acritud, ni desprecio, a pesar de las continuas faltas de respeto hacia mis opiniones y persona, se despide,
Rato Raro
Rato habrás tenido una mala experiencia, pero te puedo asegurar que un buen número de profesores invertimos un gran esfuerzo en mejorar nuestras clases.
ResponderEliminarDe todo, opiniones prepotentes como las de Joselu, no nos representan y dejan muy mal a nuestro colectivo.
Rato Raro, has escrito textualmente "La fama que tienen se la merecen, tienen más vacaciones que nadie, en proporción sus salarios son de los más altos de la unión europea, su preocupación por reciclarse y mejorar suele ser mínima, no se suelen preocupar por su alumnado y podría seguir así…" y también "No creo ni en el sistema educativo de este país, deficiente, costoso, poco orientado al mercado laboral, con profesores faltos de vocación y poco preparados, responsables en gran parte de este sistema educativo."
ResponderEliminarTambién para anónimo que me llama prepotente.
Quería iniciar un debate y qué menos que contestar a lo que tú has planteado y que pone en cuestión a un colectivo laboral tan amplio y diverso como el nuestro. No sé si te lo creerás pero yo tengo una enorme ilusión en mi trabajo y dedico más de sesenta horas a la semana a reciclarme y a trabajar por mis alumnos, aparte de las clases oficiales por las que cobro 1250 €. Mi mujer es psicopedagoga y tiene media jornada y da clases en un PQPI y se deja la piel para cobrar 900 € al mes, y emplea muchas horas los fines de semana mientras tú descansas a trabajar por sus alumnos a los que pretende sacar del pozo.
Hay muchos, muchísimos, profesores que trabajan lo indecible para lograr hacer promocionar a sus alumnos, que se reciclan continuamente. Pero la educación amigo Raro Rato es objeto de continuos cambios de directrices políticas que se proyectan en una gran inseguridad en la realidad educativa. Cada gobierno hace sus leyes y cada gobierno cambia los reglamentos año tras años dejándonos a los pies de los caballos. Tú puedes extraer una conclusión de una mala experiencia de tu paso por la enseñanza, pero ¿es eso suficiente para emitir un juicio global y sí prepotente sobre la capacidad y disposición de los profesores que son el último mono de la política educativa de este país? Y somos el último mono porque la educación es objeto de controversia política y todo el mundo se atreve a hablar sobre ella. En mi instituto hay un sesenta por ciento de muchachos inmigrantes y va en ascenso. Trabajamos quemándonos las cejas para intentar dar una oportunidad a estos chicos que tienen todo en contra. Los tutores, en general, se implican vitalmente y a veces salen con ganas de llorar de lo que saben de la vida de estos chavales.
Cualquiera puede decir lo que quiera sobre los profesores como has dicho tú. El calendario escolar español es de los que tienen más horas en los países de la Unión Europea. Te dejo la noticia por si intentas informarte EL PAÍS. No depende de nosotros el calendario escolar que está determinado por las costumbres españolas. ¿Suprimimos la Navidad? ¿La semana santa? ¿El verano? Pero te diré que en verano, una gran parte de los profesores empleamos muchísimas horas en reciclarnos o en preparar material para nuestros alumnos. Pero eso no se ve.
Sinceramente, si te hubiera hecho hacer en bachillerato un ejercicio de argumentación, no hubieras salido bien parado. Con un par de tópicos, una experiencia personal aleatoria, has tejido una cadena de argumentos en el aire que son hirientes. Desconozco tu profesión pero seguro que habrá unos cuantos tópicos sobre ella. Si me la dices, yo lo haré, y seguro que te sentirás herido porque lo considerarás injusto y ofensivo. Pero de educación y fútbol todo el mundo sabe mucho.
En cuanto al anónimo que dice que dejo en mal lugar a mi colectivo, creo que se equivoca. Rato Raro ha sido muy ofensivo y se merecía que alguien le contestara. Lamento haberme dejado llevar por la ira, pero en buena parte no me desdigo de que utiliza tópicos sesgadamente y una experiencia parcial. En lógica no le hubieran aprobado.
Atentamente.
Por sujetos como Joselu, deje de escribir comentarios. No me gusta para nada la gente intelectualmente clasista, se creen de una élite privilegiada en posesión del uso de la razón.
ResponderEliminarYo por desgracia soy una alumna que tengo que sufrir a profes come este, que van de progres y que ayudan a la gente y luego son la peor calaña. Tal y como puedo comprobar por sus comentarios que tantas veces sufrí por expresar libremente mi opinión. Desde aquí pido a este colectivo de engreídos, el derecho a equivocarnos y a vivir aunque nuestro coeficiente intelectual este muy por debajo de la media.
No te preocupes Joselu, no volveré a molestarte con mis comentarios, ni con mi ignorancia. Pasaré de vez en cuando por el blog de Jara porque me gusta como escribe. Pero no haré uso de mi palabra para no volver a escuchar a gente como Joselu.
Rato, no le hagas caso a este tío , tienes todo el derecho a opinar, te equivoques o no.
Bsos Jara y Rato
Xana, no tengo nada que decir respecto a lo que dices. Ignoro por qué te ha molestado tanto que haya defendido la dignidad de una buena parte del profesorado. Es lo que he hecho. ¿Engreído? Releeré lo que he escrito para darme cuenta de si es así. Pero en primer lugar he sido yo quien se ha sentido herido por una opinión sesgada y falta de fundamento.
ResponderEliminarNo entiendo por qué dices que no volverás a molestarme con tus comentarios. Yo no he tenido -que yo sepa- ninguna relación anterior contigo a través de los comentarios o tu forma de ser. No sé nada de ti. Y desde luego, nunca he criticado a nadie por dar su opinión.
Que Rato y yo no estamos de acuerdo, es posible. Es posible que para él haya muchas cosas que desconozca del mundo educativo. Esto no pasa de ser un diálogo abierto en que a veces las personas se dicen cosas en voz alta. Me he enfadado, claro que me he enfadado porque sé que muchísimos compañeros día a día se dejan la piel por sus alumnos. Que habrá quienes se limiten a cumplir con su horario (como por otra parte hace todo el mundo), puede ser.
Yo no he dicho que Rato no tenga derecho a opinar, pero también se tiene que oír a la otra parte. ¿O no? ¿Qué moral nos puede quedar a los profesores si -hagamos lo que hagamos- somos considerados como una escoria oportunista, falta de profesionalidad y privilegiada? Y esto, mal que os pese, son argumentos de la derecha porque apunta exclusivamente a la enseñanza pública porque de la concertada o privada no se dice nada.
Y dicho sea de paso que respeto por supuesto a Rato y a Xana y a Jara, pero el hecho de que no estemos de acuerdo no tiene por qué significar más que eso, que no estamos de acuerdo.
Saludos.
Joselu, supongo que dices todo esto por desconocimiento de los datos del sistema educativo español, que sin quererlo, te lleva a tener una opinión completamente sesgada del mismo (creo que la única información con la que cuentas es la de tu experiencia personal).
ResponderEliminarRespecto al párrafo que me señalas "La fama que tienen se la merecen, tienen más vacaciones que nadie, en proporción sus salarios son de los más altos de la unión europea, su preocupación por reciclarse y mejorar suele ser mínima, no se suelen preocupar por su alumnado y podría seguir así…”Vamos a entrar en materia punto por punto:
Vacaciones
Según el último informe de la OCDE, refleja que los docentes españoles, al cabo e un curso escolar, dedican a su trabajo menos horas que la media del resto de países (por ejemplo, en la Educación Secundaria Obligatoria, 1.425, frente a 1.660 de la OCDE y 1.594 de la UE).
Salarios
No tengo datos de este año, pero remitiéndome al año 2009, te dire que los salarios de los profesores españoles era superior a la media de la OCDE y de la UE. De esta forma, (repito con datos de 2009), en España un profesor de Primaria gana entre 35.907 y 50.105 euros al año --en la OCDE entre 26.512 y 42.784 euros y en la UE entre 26.472 y 42.041--; y en Secundaria gana en España entre 40.923 y 57.304 --en la OCDE entre 29.472 y 47.740 y en la UE entre 29.459 y 47.374 euros.
Infeciencia del sistema educativo
ResponderEliminarEspaña en el 2009, según un informe de la Comisón Europea (disculpa que no tengo los datos del 2010 pero estoy seguro que no han variado demasiado) era el segundo país de la Unión Europea con mayor fracaso escolar, pues el porcentaje de alumnos que abandonan los estudios antes de acabar secundaria alcanza el 31,2%. Solo Malta (36,8%) sufre un mayor nivel de fracaso, puesto que incluso Portugal se ha situado al nivel español (31,2%).
Poco orientado al mercado laboral
Estudios como el PISA muestran que los estudiantes españoles tienen un nivel sustancialmente inferior al que les correspondería por el volumen de recursos que se invierten en educación. La OCDE señala que la rentabilidad absoluta de la educación en España está cayendo de manera significativa desde mediados de los 90. Además la OCDE muestra que la rentabilidad relativa de los más formados también está cayendo frente a otros niveles educativos: en ocho años la ventaja salarial de los universitarios españoles frente a los graduados de secundaria cayó un 40%, la mayor caída de todos los países analizados.
En segundo lugar, la formación puede ser un antídoto para el desempleo en la medida en que esté orientada, en habilidades y conocimientos, a las necesidades del mercado laboral. Tampoco se puede decir que la formación en España cumple en la actualidad este segundo requisito. Los datos de la OCDE muestran que España es, con diferencia, el país con mayor nivel de sobrecualificación en su población laboral (más del 25%). Entre los jóvenes la sobrecualificación se acerca al 40%. El informe europeo CHEERS mostraba que a finales de los 90 el 17,9% de los graduados universitarios españoles desarrollaban trabajos para los que no se requería ningún estudio universitario, frente al 7,7% de la media europea. Otro 11,5% de los graduados españoles señalaban que su trabajo requiere un nivel de estudios universitarios inferior al que poseían.
Coste
En España, el coste real de los estudios universitarios está subvencionado entre un 80% y un 90% y los precios de las matrículas sólo aportan entre el 15% y el 20%, según cálculos de Juan José Dolado, profesor de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid. La plaza de cada estudiante de una universidad pública –hay más de 1,3 millones– cuesta unos 8.000 euros al año y paga una media de 900 euros, por lo que recibe una subvención indirecta de 7.100 euros.
Los universitarios de nuestro país sólo sufragan con las tasas de matrícula entre el 10% y el 20% del coste real de sus estudios, y el Estado subvenciona el resto, independientemente de los resultados académicos y capacidad económica de los alumnos, de los años que necesiten para completar su carrera o de la calidad de la enseñanza que imparte cada institución.
Falta de vocación de los profesores
El informe PISA 2011 nos dice cada año que el nivel de conocimiento de los alumnos españoles está a la cola de Europa y el fracaso escolar frisa el 30 %. Si no se debe a la relación profesor-número de alumnos por clase y a una remuneración escasa y poco motivadora, solo cabe achacar el mal a la falta de preparación y vocación de los profesores o a la poca inteligencia de nuestros niños y jóvenes, a una especie de tara hereditaria. Como no cabe que la causa sea esta última, solo nos queda la responsabilidad de los profesores.
Por cierto, alguna de las fuentes de las que he quitado literalmente esta información son periódicos como El País y el Público, con una orientación clara de derechas.
PD: Siento haberte herido tu profunda sensibilidad en temas educativos.
Gracias a Xana y anónimo 2 por sus comentarios
Hola a tod@s:
ResponderEliminarEl destino me ha llevado hoy por primera vez a este blog, y creo que va a ser la última, pero antes me gustaría que escuchaseis mi humilde opinión.
Me da un poco de vergüenza leer los comentarios de Joselu, me explico:
Yo por vocación elegí hacer los estudios de Magisterio, y por necesidad trabajo de cajera en el supermercado de mi barrio. Llevo intentando aprobar las oposiciones como profesor de primaria durante 4 años, lo cual me resulta imposible ya que cada año reducen considerablemente el nº de plazas.
Mi contrato de cajera es de 4 horas diarias de lunes a sábado, (aunque trabajo entre 10 y 12), todavía este año no he podido disfrutar ni un solo día de vacaciones. Mi salario neto es 411,87 eur/mes, si no fuera gracias a mis padres hoy viviría en la más absoluta de las miserias.
Joselu por favor, me puedes explicar como pretendes que entendamos la postura del profesorado español ?, cuando desde mi punto de vista sois unos privilegiados. Es muy bonito ir de progre, cuando tienes un sueldo asegurado, un puesto fijo y unas condiciones envidiables. ¡Quejarse por dos horas más! me parece de una soberbia y de un mal gusto, propio solo de una persona insolidaria, ya me gustaría a mí estar en tu situación y tener el derecho a manifestarme, (que no lo tengo por que sino me voy a la calle).
De todos modos, si alguno no quiere trabajar dos horas más (a pesar de estar cobrándolas) estaría encantada de trabajarlas por vosotros. Solo tenéis que poneros en contacto conmigo en la siguiente dirección ninette1412@yahoo.es
Un saludo a tod@s.
Ninette, yo no me he pronunciado sobre el tema de las dos horas más. No voy de progre y no creo merecer tus reproches. Te deseo que apruebes las oposiciones y que tengas ocasión de desarrollar tu vocación. Yo no me he manifestado, no estoy en la comunidad de Madrid y no he opinado sobre el aumento de horas que ha tenido lugar allí que, por cierto, también lo tenemos en Catalunya. Cordialmente.
ResponderEliminarMira, Rato Raro, reconozco que fue un error implicarme en una discusión inútil, y reconozco que me enfadé al leer tu comentario y que reaccioné visceralmente porque choca con lo que veo en mi día a día y en la experiencia de treinta años dedicados a la Educación. Es imposible explicarte qué he vivido y qué estoy viviendo. Por tanto, desisto. Te pido disculpas porque haya podido ser acre o desagradable. Lo siento.
ResponderEliminarEn cuanto a lo demás que aduces, ¿para qué debatir si ya tienes la solución del problema? Si los alumnos españoles no son más tontos y el número de alumnos por clase es el adecuado, no cabe duda de que la responsabilidad tiene que ser de los profesores.
La eficiencia o ineficiencia de un sistema educativo también tiene que ver con el modelo político que hay detrás, de las inversiones, de la planificación, con la cultura del país, con la responsabilidad de los padres… Pero es absolutamente inútil. Ya sabemos que tenemos un profesorado carente de motivación, de profesionalidad, de renovación educativa, lleno de privilegios, de sueldos tremendos y vacaciones extraordinarias… El problema es que es inútil lo que haga uno cada día, la ilusión que tenga o lo que invierta en buscar nuevos caminos. Gracias por hacérmelo saber. Tendría que decirme: pues si piensan que soy un sinvergüenza ¿por qué no serlo de verdad?
No lo haré, pero evitaré meterme en coloquios inútiles, por lo que veo.
Te reitero mis disculpas a ti, a Anónimo, a Ninette, a Xana y al patrón del blog.
jaramos.g
ResponderEliminarLeyendo atentamente a los comentaristas anteriores, algo me daba en la nariz que la misma pluma se encontraba bajo diferentes nombres.
Y así es, tras comprobar IP´s y alguna cosita más...
¡Sorpresa!
Tenemos a alguien que para apoyar sus "argumentos" utiliza dos identidades a la vez. Osea, está de acuerdo consigo mismo...
Es curioso, pero este modo tan infantil de "querer tener razón" ya no lo utiliza casi nadie actualmente.
Más que nada porque hoy en dia es fácil seguir el rastro a cualquier mensaje...jeje.
Siento haberme entrometido, pero creo que a mi amigo jaramos.g le hará gracia saberlo.
Yo tuve un troll en el blog, y me costó un poquito quitármelo de encima...
Salu2
Querido Toni, en parte no te falta razón, la verdad es que estaba con unas amigas, y al ver como se envenenaba Joselu, nos hizo gracia y lo vacilamos uno poco.
ResponderEliminarDe verdad me da igual tener o la razón sobre este tema, simplemente quisimos pasar un buen rato. ¡Hemos sido un poco malos!
Disculpas amigo Joselu, sigue pensando así. Espero que te lo tomes bien y sepas perdonarnos.
Un abrazo,
Rato Raro
Sr. Rato, creo que también yo me merezco algún pequeño trozo de disculpas. De entrada, no me ha gustado mucho la broma. Gracias, Toni. No sé qué decir más. Yo no estoy acostumbrado a estas cosas.
ResponderEliminarToni, aunque tu post está antes que el mío "de cierre", o no lo leí o no sé qué ha pasado. Yo lo he visto después.
ResponderEliminarJaramos cuando escribí mi último comentario no aparecía el tuyo. Te pido en nombre de todos disculpas.
ResponderEliminar¿Qué ha pasado hoy? ¿Han cerrado los parques y las tiendas de chuches y los niñit@s se hallaban aburridos y les ha dado por llamar a las puertas y molestar al vecindario?
ResponderEliminarSupongo que los de la bromita no habrán cumplido aún los siete años. Siendo así, se justificaría su proceder por la falta de uso de razón.
Se podrá estar o no de acuerdo con lo que defiende Joselu y con el tono elegido para exponer sus argumentos, pero venir a tocarle los bemoles a una persona que se toma en serio su trabajo y opina con la misma seriedad sobre lo que cree oportuno me parece de un mal gusto injustificable, además de una falta de respeto al titular del blog.
¿Quién decía aquello de que "la realidad supera a la ficción"? ¿O era al contrario?
Lo siento, Sr. Jaramos, pero de graciosillos aficionados está internet a tope,
Sldos
Gracias, Marina. Eres un sol, como ya sabíamos. Siempre estás a la altura. Salud(os).
ResponderEliminar¡Amen!
ResponderEliminarSalu2
Gracias por este blog tiene una tema muy buena me gusta mucho leerle excursiones en estambul
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