martes, 15 de febrero de 2011

LA PREGUNTA DEMOCRÁTICA

          Desde hace algún tiempo se vienen celebrando bastantes ruedas de prensa sin preguntas, por deseo e indicación expresa de quien las dirige. Son ruedas de presa desnaturalizadas, adulteradas. Porque lo genuino de un formato comunicativo como ese es el que un personaje con información relevante y novedosa se someta a una “rueda” de preguntas de los periodistas asistentes, de modo que los ciudadanos queden luego puntual y exhaustivamente  al tanto.

          La rueda de prensa se convoca por parte del que figurará en ella para responder o bien por el organismo o colectivo al que pertenece y que lo elige como portavoz: un ministerio, una universidad, un banco, una asociación, una familia, un partido, etc. Al hacerlo, se establece un compromiso entre la entidad convocante y la prensa (e indirectamente la población), que se obligan a respetar las reglas de juego. Una de ellas define el protocolo comunicativo antes referido de preguntas/respuestas, gracias al cual los periodistas pueden intentar obtener toda la información que inicialmente no se proporciona, detalles complementarios, matices, valoraciones, previsiones… , interesantes según su criterio. Si no se obedece este protocolo, que es la esencia del acto, no se podrá hablar nunca de una rueda de prensa, sino más bien de un comunicado, una nota informativa, etc., que son formas de discurso unidireccionales. Alguien los ha definido, con razón y gracia, como “apuntes dictados”, que los informadores recogen por escrito como si fueran estudiantes. 


http://www.bing.com/images/search?q=rueda+de+prensa&view=detail&id=231ACAC0AC981361BA2057F6C37753D6EBF55A62&first=151&FORM=IDFRIR
          La sustitución de una fórmula por otra tiene su aquel. Porque, si los presentes han de mantener la boquita cerrada, mucha información (tal vez, parte de la más significativa) se pierde, no llega a los lectores, oyentes o telespectadores. A no ser que algún avezado plumilla la consiga de contrabando, esto es, accediendo a filtraciones, a chivatos o a “investigadores” especializados, en el “mercado negro”, sin control de fiabilidad ni autenticidad, y sin seguridad de que no haya sido también censurada, manipulada, cribada… más sutilmente.

          El fenómeno adquiere especial gravedad cuando se trata de asuntos relacionados con la vida pública, con la labor del gobierno o de los parlamentos. Ahí, no ya por norma protocolaria, sino por estricto derecho, el proceso ha de discurrir de modo que los ciudadanos obtengan toda la información que les concierne.  Si el poder reside en la nación y la nación son los ciudadanos, nadie está facultado para privarles de saber acerca de los asuntos públicos, porque son sus asuntos. Dicha potestad se ejerce de varias maneras, una de ellas es la pregunta del informador. Otra, el pleno o las comisiones parlamentarias, donde por cierto se destina una sesión semanal a preguntas.

          Es, pues, la pregunta un modo de ejercer el derecho (y el deber) a participar en la gestión política. Nadie lo puede cercenar, ocultando, omitiendo, falseando contenidos fundamentales en las exposiciones orales o escritas, y/o no permitiendo preguntas ni réplicas. Únicamente resulta legítimo excluir, parcialmente, la materia llamada reservada, que se trata a puerta cerrada en el Congreso o en el Senado.

          La pregunta se constituye, así, en uno de los emblemas de la vida democrática, de la vida auténticamente democrática, y en uno de sus mecanismos irrenunciables. De donde se deduce lo poco democráticas que son las ruedas de prensa mancas, amputadas, así como quienes las convocan para decir nada más que aquello que estratégicamente les viene bien, y quienes, convirtiéndose en cómplices, acuden sólo para escribir al dictado.

          A veces tiene uno la impresión de que nos movemos hacia atrás, como los cangrejos. 

17 comentarios:

  1. Otra bastarda realidad de la vida pública. Lo peor es que parece que los periodistas se están acostumbrando por que parece que no protestan (aunque me parece que he oído algo de algún plante en alguna ocasión). Por cierto que aunque preguntes no siempre te responden (¿qué pasa con sus trajes, señor Camps? La familia bien, gracias.)

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  2. Tienes razón, pero esto sucede porque los políticos están asustados.
    Su falta de preparación y miedo escénico también influyen.
    No es grato para muchos mandatarios que no poseen carrera universitaria, responder las afiladas preguntas de unos periodistas más listos que el hambre...
    En fin, cuestión de perder votos y nivel intelectual a mi parecer.

    Salu2

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  3. Yo pienso que es más de lo mismo, en detrimento de la libertad, no solo de expresión, va más allá. Silenciando preguntas, obligan a permitir la "falta de información", y esa falta de información aumenta el desconocimiento. Un pueblo callado, sin información, es un pueblo más manejable.

    Sea cual fuere la razón por la que silencian las preguntas, solo se puede llegar a una conclusión: "la evitación"... si nos resignamos a ello, nos resignamos a que nos mantengan al margen...

    No hay ninguna razón que justifique suficientemente esta "obligación al silencio", ninguna, y sinceramente, espero que la prensa se de cuenta cuanto antes y ponga manos a la obra...

    Muy buena tu entrada...Un saludo

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  4. Es la mejor forma de evitar preguntas incómodas que pueden afectar negativamente a lo que a ellos únicamente les importa: el voto.
    Buena entrada.
    Saludos

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  5. Muy acertado tu artículo, Jaramos. Llamar rueda de prensa a lo que no pasa de ser un comunicado oral es un abuso del lenguaje. La política,quizá debiera decir el politiqueo, tiene mucho de enmascaramiento de la realidad, de ocultación y mistificación. Eso es lo que la hace parecer un ejercicio de bribones en lugar de una noble ocupación.
    Saludos

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  6. Gracias por entrar, comentar, etc., amigo Soyun.
    Dices "los periodistas se están acostumbrando", digo yo: se están acomodando, es decir, haciéndose menos incómodos a quienes les pagan el potaje.

    Y luego: "Por cierto que aunque preguntes no siempre te responden (¿qué pasa con sus trajes, señor Camps? La familia bien, gracias.)". Yo creo que, aún así, es bueno preguntar, porque se pone de manifiesto aquellas cuestiones que los interrogados quieren silenciar. Creo que los periodistas deben arañar para que los interrogados digan o para que, si no dicen, nos enteremos también de lo que callan. Saludos, Soyun.

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  7. Toni, dices que prohíben las preguntas porque están asustados. Puede que sí, pero la mayoría de los políticos son más listos que el hambre y tienen muchos kilómetros. La mayor parte de las veces no hay preguntas para no sentirse obligados a responder o a dar la callada por respuesta (con lo cual se ponen en evidencia, como le he dicho a Soyunmendrugo arriba). ¿De verdad crees que el mal de los políticos es el miedo? Mmmm, no sé. Con lo sueltos y lo vivos que se les ve... Saludos.

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  8. De acuerdo con los dos al 100%, Minuet y Antorelo. Esto es una vergüenza. Saludos y gracias por leer, comentar... (y alabar, jeje).

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  9. Copio este trozo de ARC: "La política,quizá debiera decir el politiqueo, tiene mucho de enmascaramiento de la realidad, de ocultación y mistificación. Eso es lo que la hace parecer un ejercicio de bribones en lugar de una noble ocupación.". Genial. Estoy tan de acuerdo, que incluso podría haberlo escrito yo, jejeje (aunque con más torpes vocablos). Saludos y gracias, respetado amigo.

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  10. Es curioso, pero en cierto modo hemos coincidido en analizar un tema preocupante, que revela la resistencia del poder a la crítica, la incomodidad frente a la observación incisiva, el rechazo a lo que resulta poco grato. Tienes razón: una especie de divorcio se impone entre la sociedad y quienes la representan. Frente a la opinión crítica, que sólo persigue aclarar aquello de lo que duda, la respuesta viene dada por el silencio, por la mirada hacia otro lado, cuando no por la frase hecha que, venga o no a cuento, se esgrime como mantra reiterado, consciente quien lo hace que de ese modo el interpelante no le importa nada. Lo terrible es que entre la ciudadanía no son pocos lo que jalean al político autista. Un saludo cordial, JA

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  11. Gracias por entrar, leer... Me alegro de volver a ver tu tecla andurreando de nuevo por estos pagos, Fernando. ¡Es tan evidente que no quieren ser interrogados! ¡Y tengo tan claro el derecho que nos asiste a saber! Saludos.

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  12. Jaramos, debo abandonar por un tiempo mi blog, hasta que regresen mis fuerzas. Seguiré leyéndote, seguiré por aquí, espero que a mi regreso siga contando contigo para seguir compartiendo mi blog, ha sido un honor y un placer... Bsos y suerte.
    Hasta pronto...sabes donde estoy, para lo que necesites, no dudes en buscarme...estaré ahí.

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  13. Haciendo de abogado del diablo, os hablo de la experiencia, cuando un político celebra una rueda de prensa y deja una ronda de preguntas abiertas, siempre acaban derivando sobre un tema distinto al que realmente se esta hablando. Además, todos acaban realizando la misma pregunta formulada de diferentes modos. Entiendo que en una entrevista esto tendría su sentido pero en una rueda de prensa que sentido por ejemplo.

    Imaginaos que se esta dando una rueda de prensa sobre la puesta en marcha de políticas activas de empleo, que sentido tiene que se pregunte sobre el caso faisán, ¿es el lugar y el momento? adecuado?

    Un abrazo,

    Rato Raro

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  14. Querida Jaramos, han sido tantas las muestras de cariño que me habéis mostrado que no puedo por menos que agradecéroslo... y creo que la mejor forma de hacerlo, es devolveros el cariño, volviendo a escribir, así que: "He Vuelto"...gracias a vuestro calor, saco fuerzas y regreso, por y para vosotros..

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  15. Rato, preguntar sobre el caso "Faisán" siempre es oportuno: con tantas lagunas y agujeros negros..., ya me dirás. Pero, aparte de la anécdota, pues... casi me atrevería a decir que, cuando en una rueda de prensa política se empieza a preguntar por cosas distintas de las cuestiones propuestas, es que quien ha elegido el tema de la rueda se ha equivocado. Creo que, como en las tiendas, el público siempre tiene razón. (Uff, soy duro, ¿eh? Jeje). Saludos otra vez.

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  16. Minuet, te felicito y me felicito. Pa lante, muchacha.

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  17. Gracias por este blog tiene una tema muy buena me gusta mucho leerle excursiones en estambul

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