Yo siempre me iba con Nono a su casa cuando tenía que inventarse frases. Pero más que nada porque admiraba su talento, sus ocurrencias, su puntería para darle al enemigo en el tomate, su guasa incluso... Y me lo pasaba en grande. A veces me pedía opinión sobre alguna palabra o giro, o sobre el resultado final. Y yo, como es lógico, siempre le respondía “¡Genial, de lujo!”. Lo decía de verdad, aunque él me llamaba “pelotas”, “sobón”... Bueno, pues únicamente por eso, porque parecía que colaborábamos, aunque no fuera verdad, creo yo que me encar
Iba a ser una marcha enorme contra la guerra de Afganistán donde nos había metido el gobierno carca de García Peinado, convocada por los partidos de izquierdas, los sindicatos, organizaciones pacifistas... Total, mogollón de gente.
Me hicieron el encargo un jueves y yo tenía que entregar el lunes siguiente, porque los coordinadores ser reunían el martes. El acto estaba fijado para el sábado. Debían ser al menos cuatro eslóganes. Como es normal, yo me puse atacado. Nunca había hecho nada así y temía que no me saliera ni una frase en condiciones. Así, fui retrasando el momento de ponerme y lo dejé para el domingo, en que estaría solo en casa. Me quedaría sin fútbol, pero... bueno.
Después de almorzar, me fui al salón, donde podría disfrutar de soledad, tranquilidad y silencio. Un whisky, unos cuantos folios, lápiz y goma, o sea, las herramientas que veía usar a Nono. Recordaba también su sistema de trabajo ("Si no tienes sistema...", decía Nono): primero, los argumentos; luego, las rimas.
Empecé a pensar motivos para decir “no” a la guerra. Era lo que mi maestro llamaba “material de fondo”.
- Se matan inocentes
- Se destruyen las ciudades, las casas, las fábricas..., produce el follón para mucho tiempo
- Siembra el odio
- Es un enorme gasto de dinero que se podría invertir en educación o sanidad
- …
Tardé como un cuarto de hora en parir estas ideas. Como ya no se me ocurrían más, pasé al “material de forma”, como Nono denominaba las rimas. Palabras que rimen con “guerra”, que era el término fundamental, claro:
- sierra
- cierra y encierra
- tierra y entierra
- perra
- aterra
- yerra
- ...
A continuación, lo mismo que hacía Nono, me pasé a los “materiales de forma”, o sea, a la palabra “guerra” y sus rimas más convenientes. Me salieron dos, bastante estimables, creo: “¡No más guerra, sobre la faz de la Tierra!” y “Si vas a la guerra, eres hijo de perra”. Me gustó mucho lo de “la faz de la Tierra”, que me sonaba a la belleza de la Naturaleza, la paz…El otro no tendría problemas por la alusión a las putas, porque la evitaba. “No hay que pasarse”, era el catecismo de Nono. Lo de “si vas a la guerra” parecía que le hablaba a los soldados, que no van porque quieran…, sino porque los mandan y se ganan así el sueldo; pero, también pueden salirse del ejército, ¡qué carajo!
Con estos cuatro eslóganes, di el trabajo por terminado. Miré el reloj y eran las 8:15, así que aún podría ver casi todo el partido. Cuando terminara, se los mandaría a Juanma en un correo.
Así lo hice.
Luego, antes de irme a la cama, fui a mirar si me había contestado, acusando recibo al menos. Y, efectivamente, tenía una respuesta del jefe: “Esas frases, letra a letra, te las metes por el mismo culo, que es donde está la mierda. ¡So melón!”.